Las Flores de Bach pueden resultar de gran ayuda para resolver trastornos de sueño en los niños. Ellos responden de manera muy positiva a los tratamientos energéticos y, si somos constantes, podemos ayudarlos a superar los problemas emocionales propios de la infancia.
Te mostramos algunas de las Flores de Bach más usadas para ayudar a los niños con problemas en el sueño.
Aspen: Indicada para aquellos miedos indefinibles, cuya aparición puede ser nocturna o durante el día. El niño despierta llorando,
sin ser capaz de definir la causa de su miedo o ésta es muy confusa. Es
útil en niños sonámbulos que hablan en sueños, o que tienen pesadillas
frecuentes. También para niños que no quieren estar solos pues temen a
“algo”. Generalmente estos niños tienen mucha imaginación y son muy
sensibles a las energías ambientales.
Rock rose: Es una flor
que ayuda a los niños en un estado de pánico, cuando el pequeño tiene
pesadillas después de algún suceso dramático, un accidente o alguna
experiencia traumática real. El niño se despierta temblando, sudando, aterrado o gritando. También es muy útil cuando un niño se paraliza de miedo tras algún incidente concreto.
Mimulus: La recomendamos para bebés y niños sensibles y tímidos que, después de un susto, no pueden dormir bien.
Se trata de niños prudentes con miedo a personas desconocidas, a los
animales (insectos y arañas). También es útil para las alteraciones del
sueño poco antes de un examen. Nos ayuda a darles confianza en sí mismos y a atreverse a enfrentar aquello que les atemoriza.
Chicory: Los niños que
necesitan esta flor son dulces y serviciales mientras se esté pendiente
de ellos. Son muy dependientes afectivamente, les gusta siempre estar en
brazos y jamás solos. Es útil para “despegarlos” de la madre
pues resultan agotadores y desean siempre ser el centro de atención.
Son incapaces de irse solos a la cama, ni quieren dormir solos.
Star of bethlehem: Este
es un remedio que se utiliza para borrar las secuelas dejadas por algún
trauma. Actúa muy bien en recién nacidos que hayan tenido un parto
difícil o largo, o si ocurrió algún hecho desagradable durante el
embarazo; también tras un duelo, una separación, o una enfermedad grave
(acompañado de otras flores según sea el caso). También ayuda en niños que han sufrido alguna enfermedad o una operación quirúrgica y que luego no logran dormirse o tienen pesadillas.
Hago mencion, que cada caso es un mundo independiente y que cada niño o adolecente debe ser evaluado por un terapeuta para determinar que esencias son necesarias para su tratamiento. Ademas es bueno mencionar, que estos tratamientos pueden realizarse desde que el bebè nace y tiene transtornos del sueño, y hasta en adolecentes y jovenes que jamas han sido tratados o han recibido un tratamiento insuficiente.
Hasta la proxima........
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